domingo, 9 de abril de 2017

Suprimir el impuesto de sucesiones es empezar a suprimir la desigualdad territorial en España.

Suprimir el impuesto de sucesiones es empezar a suprimir la desigualdad territorial en España.
Los derechos sociales priman sobre los derechos individuales o dicho de otra manera, las obligaciones priman sobre los derechos; se tienen derechos o mejor dicho se ganan derechos porque antes se han asumido obligaciones, porque se tienen y se sostienen obligaciones.
Así, un miembro de la comunidad tiene la obligación con la comunidad de repeler una agresión exterior, como por ejemplo una invasión. Su derecho individual de no combatir, le inhabilita como miembro de la comunidad, lo expulsa como miembro de la comunidad. Antes qué derechos se tienen obligaciones. Los derechos se ganan con la asunción de las obligaciones.
Si esa comunidad se llama España, tanto los de Almuradiel en Ciudad Real como los de Linares en Jaén están obligados a repeler dicha agresión exterior.
Sin embargo si un soltero de 30 años recibe una herencia de 800.000 euros de su padre con residencia en Linares (Jaén), de los que 200.000 corresponden a la vivienda del fallecido, deberá pagar por ello 164.109,3 euros de impuesto. Si el progenitor residiera en Almuradiel (Ciudad Real), a unos kilómetros al norte, la factura fiscal baja a 7.939 euros. Y si viviera en Canarias, solo pagaría 134 euros.
¿Esto tiene explicación? Si y la tiene en cuanto que  España se ha construido sobre la asimetría y se ahoga en ella.
Esta diferencia de obligaciones genera diferencia de derechos y con ello una asimetría que no solo agota el modelo actual de Estado, lo cual ya es grave, sino que agota el modelo de nación, cuestionándose su dimensión territorial, su soberanía y su población.
Y ello es posible en cuanto que los órganos de control y supervisión del gobierno están en manos del propio gobierno. La jefatura del estado como árbitro y moderador de poderes no actúa al no estar diseñada para ello.
A la falta de separación de poderes se combina con el agotamiento del modelo de sistema de partidos políticos español, causante y efecto de la falta de separación de poderes,  que refleja el hartazgo y hastío de los españoles por la política y los políticos.
Y en ese vaivén emerge una fuerza populista con el objeto de alzarse con el poder y romper el sistema, con el discurso de combatir la desigualdad que genera el sistema repartiendo la riqueza existente por vía política, pero que practica la desigualdad territorial. En ese trance otra fuerza tradicional se halla anclada y posibilita tal orden de cosas y tienen la desfachatez de decir, que el impuesto de sucesiones es un impuesto para ricos; pero el caso es que vía sociedades patrimoniales o de otro tipo o productos financieros, los ricos se alivian y son las clases medias pauperizadas por la crisis y al no disponer de liquidez, (generalmente se heredan casas, pero no dinero) las que renuncian a las herencias al no poder pagar el tributo.
La pregunta es ¿Quiénes y cómo adquieren los bienes y derechos de las personas, que renuncian a sus herencias?
¿Saben el daño moral que  causa renunciar a lo tuyo, a la herencia de tus padres? ¿Lo saben? ¿Saben lo que se siente, al renunciar lo que es tuyo?
Imagínese que tu madre va al mercado compra huevos, patatas, aceite….y paga los tributos correspondientes (en este caso, el IVA) y con ellos elabora una tortilla de patatas y cuando la va a servir, fallece y Hacienda te dice, que tienes que pagar por comerte la tortilla y que comer tortilla es de ricos; que otros no comen tortilla……….entonces te vas al cuarto de baño y te cagas……………..y piensas que es un cuento de los “de siempre” ( los parásitos) para llevarse los frutos del sudor de los tuyos.
Pero la pobreza solo se combate creando riqueza y para ello hay que suprimir un impuesto como el de sucesiones que frena el crecimiento y desarrollo económico y por ende el de, él empleo,  al impedir que los padres puedan dar nuevas oportunidades a sus hijos vía al sacrificio del ahorro, que es la antesala de la inversión en nuevos negocios o emprendimiento y que constituye la base de la generación de riqueza.
Pero es más, esas inversiones generarían más ingresos tributarios que lo recaudado por el impuesto de sucesiones. Y todavía hay más: y es que los gastos sociales mermarían por la riqueza generada que llegaría a más gente, que entonces no necesitarían de ayudas sociales.
Tenemos que aprender que nuestra vida (la española) no puede seguir continuando con esta asimetría, pues los modos y usos de seguir viviendo como españoles requiere no solo de la armonización y homogenización  del impuesto de sucesiones hasta su supresión total, que tendría que ser ya, sino que requiere que el conjunto de derechos y obligaciones de todos y cada uno de los españoles sean iguales independientemente del territorio o comunidad autonómica en la que residan.
Suprimir el impuesto de sucesiones es empezar a suprimir la desigualdad territorial en España.
En ese contexto brota una asociación cívica como Stop Impuesto de Sucesiones.org1 , que trabaja por la supresión del tributo, que es expresión de la sociedad civil, que desamparada y ninguneada por la clase política, encuentra en su articulación como asociación, un instrumento de canalización de sus demandas y que trasciende a la reivindicación tributaria, tal vez de modo inconsciente para elevarse como un ansia en, un querer fuerte de otra España, donde el sentido común prevalezca como consecuencia del triunfo de la eficiencia económica y la victoria de la equidad social.
Y es que antes que nada,  tenemos que buscar, encontrar y perseguir  hasta arrinconar, identificar y detener como policías, que patrullan por las calles de las administraciones públicas a los delincuentes burocráticos y eso es ejercer como ciudadano. En esa tarea de regeneracionismo, solo el emprendimiento civil, -habida cuenta del agotamiento de la fórmula del partido político como instrumento  para resolver problemas, es más forma parte del problema y no de la solución,- vía el asociacionismo civil como Stop Impuesto de Sucesiones u otras, son el medio e instrumento para tal logro y su conseguimiento.
1-dirigida por Juan Carlos Valverde, cuya labor al frente de la misma es encomiable y acreedora de mi respeto y agradecimiento.



Francisco Anaya Berrocal, en Málaga a 9 de abril de 2017.




1 comentarios:

A las 19 de abril de 2017, 9:47 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Podríamos hablar mucho de lo injusto de este impuesto y más cuando quién ha fallecido es tu cónyuge y los dos habéis generado un patrimonio con esfuerzo.
Pero desde luego de lo que podíamos hablar o escribir horas y horas es del uso que le dan a los impuestos, del despilfarro del dinero público sin control y de la insaciabilidad del sistema en vez de corregir las desviaciones del mismo.

 

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